Desde que amaneció, he saboreado cada paso que he dado. El beso a mi esposa, el refluir del aire, temblando con tibieza, el sol que salía de a poco, el gris verdor de todo lo que me rodeaba.
Y con los ojos cerrados, percibí también cómo los pájaros despertaban en todo el mundo, lanzando un saludo luminoso hacia aquellos que despiertan sabiendo que cada segundo, cada respirar importa en verdad. Y aquella que es mi familia me ha dado un beso silencioso, en mi caminar hacia la vida que hoy es más brillante y cálida que nunca antes.
Todo es música. Todo está compuesto de una magia vibrante, lanzada con salvajismo y desbocada, tanta belleza me irradia, cegándome casi, y camino a tientas. Algo de soledad tiene esta felicidad, porque nadie más allá, entre el resto de las personas, podría comprender mi alegría.
Por fin he descubierto que el cáncer llegó a mi corazón.
Y ahora, como vi alguna vez en un sueño antes de mi nacimiento, camino hacia una torre de reloj, perdida en la lejanía. Apenas si distingo el moverse de las diminutas manecillas devoradas por la distancia. Apenas si importa. Es una mera formalidad el que me esté dirigiendo allá, porque sé bien la hora a la que he de morir.
Estoy dando estos últimos pasos, y en mi cabeza no hay cabida para el arrepentimiento o la tristeza. Simplemente he terminado por comprender que esta vida por la que he transcurrido no era una obligación ni un privilegio, era tan sólo una alternativa.
Tan sólo estoy volteando la página…
…Ahora mismo…
Y con los ojos cerrados, percibí también cómo los pájaros despertaban en todo el mundo, lanzando un saludo luminoso hacia aquellos que despiertan sabiendo que cada segundo, cada respirar importa en verdad. Y aquella que es mi familia me ha dado un beso silencioso, en mi caminar hacia la vida que hoy es más brillante y cálida que nunca antes.
Todo es música. Todo está compuesto de una magia vibrante, lanzada con salvajismo y desbocada, tanta belleza me irradia, cegándome casi, y camino a tientas. Algo de soledad tiene esta felicidad, porque nadie más allá, entre el resto de las personas, podría comprender mi alegría.
Por fin he descubierto que el cáncer llegó a mi corazón.
Y ahora, como vi alguna vez en un sueño antes de mi nacimiento, camino hacia una torre de reloj, perdida en la lejanía. Apenas si distingo el moverse de las diminutas manecillas devoradas por la distancia. Apenas si importa. Es una mera formalidad el que me esté dirigiendo allá, porque sé bien la hora a la que he de morir.
Estoy dando estos últimos pasos, y en mi cabeza no hay cabida para el arrepentimiento o la tristeza. Simplemente he terminado por comprender que esta vida por la que he transcurrido no era una obligación ni un privilegio, era tan sólo una alternativa.
Tan sólo estoy volteando la página…
…Ahora mismo…
10 comentarios:
Qué bello Corven. Nadie disfruta tanto algo como quien sabe que está por perderlo, y la vida, esa la perdemos segundo a segundo.
Un abrazo y nos seguimos leyendo.
Me ha encantado, que emocionante lo que has escrito, lleno de esperanza, luz y música.
Manejas muy bien el relato en primera persona ;)
besos
Es espectacular, Corven. Corto pero efectivo, la verdad me dejas sin palabras para expresar lo que me produce, melancolía, esperanza, luz y oscuridad... Un relato hermoso, eso.
Nos seguimos leyendo hermano...
Vaya que son rápidos muchachos... y yo pensé que sería olvidado en el limbo de los primordiales....
Qué bueno que les haya gustado. Era tan sólo fruto de una inspiración momentánea porque ese día en mucho tiempo me había dado una caminata solitaria tan larga..
P.D.: Tenía que tener una imagen de apoyo, pero mi máquina me ha estado haciendo unas cuantas malas pasadas...
wow,muy bueno,corven ¿se puede desprender que ahora se dirige a su "hogar"?.Muy lindo e invita a la reflexión.
Un saludo,mi amado hermano n_n
Era eso justamente, mi querido Marcelo, nada más y nada menos
Allá voy por tierras tuyas!
Siempre quise imaginar así* el momento justo en que aceptamos, luego de haberlo asimilado, que nos estamos muriendo.
Desde luego es bello poder apreciar la vida en todo su esplendor en esos momentos previos, como si inconscientemente (o tal vez lo más consciente jamás vivido), quisiéramos dar las gracias a la vida por tanto recibido.
Bellísimo querido Corven.
Qué gusto que sea de tu agrado Mary, especialmente luego de tu exilio, mi muy querida amiga...
Vaya, me quedé pensando en esos buenos momentos que nunca recordamos...resulta nostalgico. Bueno, una vez más has buscado nuevos estilos, me parece bien. Sigue así, nunca te pongas límites...
S-17.
Gracias Sade... excelente observación, además...
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